Hacer testamento es una de las formas más prácticas de prepararnos para la muerte. También es una de las formas más significativas y duraderas de expresar nuestro amor y cuidado hacia las cosas que más nos importan en la vida: nuestras familias, amigos y seres queridos, y nuestros ideales y valores.
Según las enseñanzas budistas, es sumamente importante renunciar a todos nuestros apegos mundanos en el momento de la muerte, para poder morir en paz y con ecuanimidad.
Además, regalar nuestras riquezas y posesiones, con una motivación genuina de generosidad, puede ser un acto de profundo significado espiritual, que nos ayudará a acumular enormes méritos para nuestras vidas futuras.
Si nos olvidamos de otorgar testamento, podemos causar ansiedad y confusión innecesarias a nuestros allegados, en un momento en que necesitan ocuparse de todos los preparativos tras nuestro fallecimiento. Además, es posible que nuestro patrimonio no se distribuya como hubiéramos deseado.
Una persona puede, cuando fallezca, decidir dejar todo o parte de su dinero en efectivo, cuentas bancarias, casa, acciones y participaciones, muebles antiguos, joyas u otros artículos de valor monetario a una de las Fundaciones Tertön Sogyal.
El valor de su legado se invertirá en el Fondo de Dotación de Rigpa, y se añadirá a un capital que permitirá a las Fundaciones apoyar los proyectos de Dharma de Rigpa y el estudio y la práctica de individuos, durante muchos años en el futuro.
El dinero y los bienes que son distribuidos siguiendo la voluntad del difunto reciben el nombre de herencia o legado, otorgado en virtud de testamento.
El testamento es el instrumento legal que permite tomar decisiones sobre qué funciones darle a tu patrimonio tras haber fallecido. Indica las personas u organizaciones que deseas que sean los beneficiarios de tu herencia y quién será el albacea, es decir, quién distribuirá esta herencia a los beneficiarios.
En general, es más útil que su donación no esté destinada a un fin específico. Esto permite al Patronato de la Fundación Tertön Sogyal la máxima flexibilidad, para asignar las subvenciones allí donde tengan el mayor efecto y beneficio, en cada momento.