Todos los estudiantes de Rigpa que deseen profundizar en su camino espiritual personal gozan de igualdad de oportunidades para solicitar una beca, incluso aquellos que han sido designados profesores y sostenedores de la práctica. Puede ser a través de retiros de larga duración o estudios, tales como:
Todos los fondos disponibles han sido donados por miembros de la Sangha Rigpa. Es por esto que se pide a todos los solicitantes que contribuyan en la medida de lo posible a los costes totales del evento.
En general, las subvenciones se limitarán a un máximo del 50% de la cantidad total requerida.
Las subvenciones sólo se concederán a la organización que organice el acto; no podrán transferirse a particulares.
Aquellos estudiantes que reciban una subvención para cualquier acto deberán informar sobre su experiencia y de los beneficios que les haya reportado para su estudios o práctica.
Las Becas La Luz del Dharma ayudará a crear las mejores circunstancias para que nuestros maestros actuales se desarrollen y adquieran experiencia, profundicen en su estudio y práctica y sirvan de mentores y eduquen a otros para que se manifiesten como auténticos poseedores del linaje.
También ayudará a asegurar el legado de Rigpa patrocinando proyectos y programas desarrollados en Rigpa que utilicen nuevos canales para compartir el Dharma, de la forma más adaptada a estos tiempos de gran imprevisibilidad y rápido desarrollo de las tecnologías.
Las solicitudes para esta subvención pueden presentarse durante todo el año. El Grupo Directivo Internacional y el Consejo de la Visión o las Juntas Internacionales de Rigpa recomendarán qué proyectos deben recibir ayuda, según las prioridades anuales de Rigpa, y por cuánto se financiará cada proyecto.
Los principales centros de retiro de Rigpa, Lerab Ling, Dzogchen Beara, Dharma Mati y Sukhavati, albergan vibrantes comunidades de practicantes monásticos y laicos que siguen uno de los linajes más antiguos del budismo tibetano.
Observan un programa diario de meditación y oraciones, cuyo objetivo es el bienestar y la felicidad de todos los seres, independientemente de su orientación religiosa.
Los practicantes proceden de países y entornos muy diversos y comparten un profundo compromiso con el objetivo central del Dharma que es la práctica.
Muchos llevan ya más de 20 años viviendo en los centros y han adquirido un papel respetado como veteranos de la comunidad.
Esta subvención apoyará a los practicantes residentes para que cuiden y hagan crecer sus comunidades a fin de mantener la calidad de la práctica a largo plazo.